Y ahora. ¿Qué? (i)

Eso es lo que dice la gente, después de la manifestación de la Asociación de las Víctimas del Terrorismo, y a la espera de los resultados de las selecciones en Galicia. ¿Cuál va ser el movimiento del gobierno y de la oposición? Obviamente, el PSOE intentará darle la mayor publicidad posible a sus propias conclusiones de la comisión del atentado del 11-M, (bastante sectarias por cierto), con la esperanza poder sacudir de nuevo al PP y reavivar el tema. Sin embargo, es posible que se equivoquen. El tema está bastante manido. Hoy por hoy las posiciones que mantiene la gente sobre este tema están totalmente asentadas, así que diga lo que diga el PSOE no conseguirán arañar ningún voto ni alcanzarán una mejor posición para seguir criticando al anterior gobierno del PP. Primero, por que como era de esperar, la derecha conservadora y la derecha liberal, no se las cree. Ha comenzado a sospechar, tras las averiguaciones del “El Mundo” que la “verdad oficial” que da por sentada este gobierno, más que un gato encerrado, están todos los leones y tigres del circo mundial enjaulados y hambrientos. Después está sobre el tapete las negociaciones con el entorno de ETA, (con el PCTV), que consideran escandalosas en grado sumo. Por lo que desde el entorno del PP, se seguirá atizando este tema con la esperanza de mantener como portada de los telediarios este asunto y así desgastar al gobierno.

Secundariamente por que la gente sin ninguna afiliación política y que vota simplemente siguiendo los lemas del momento, ya ha olvidado los atentados. Es posible que el PP no les guste, pero el PSOE tendrá que ganarse su voto y esas conclusiones no les afectará lo más mínimo cuando vuelvan a votar en las próximas selecciones.

Después está la izquierda de siempre. A estos son los que van dirigidas las conclusiones. El PSOE tiene que luchar para conseguir sus votos, y hay está el meollo de la cuestión. Evidentemente las conclusiones están pensadas para ofender a los votantes del PP y agradar a los votantes más a la izquierda de este espectro. Votantes que son muy escurridizos y que pueden pasar a votar a los partidos nacionalistas de izquierdas o a izquierda unida dependiendo de la ocasión, o que incluso pueden abstenerse si no le atraen los líderes o el mensaje de la izquierda en el momento de las elecciones. Sin embargo, al votante de izquierdas estas conclusiones no le aporta nada nuevo. No hay más carnaza con la que criticar al PP.