jueves, enero 12, 2006

Revisionistas.

Muchas veces leyendo las controversias surgidas en el Catoblepas, especialmente en torno a los libros de Pío Moa, o leyendo la serie de libros sobre la Guerra Civil Española que ha sacado el Mundo, (políticamente correctos), acabo concluyendo que en este país no hay ningún atisbo de “reconciliación académica” en torno a los orígenes y a los motivos que llevaron a los españoles de esa época a iniciar la cruenta Guerra Civil.

Por una parte esta presunta reconciliación me la trae, como se suele decir de una forma grosera, bastante floja, y además, creo sinceramente que cualquier polémica académica es interesante que siga viva por que implica que se siga estudiando y argumentando toda una serie de teorías sobre esta parte de nuestra historia, y que por lo tanto se mantenga el interés. No obstante, leyendo y viendo como se las gastan los de una parte, uno acaba confirmando sus peores sospechas. Es decir, aquí no interesa la discusión académica, aquí lo realmente importante es el silencio y la aceptación de un dogma histórico.

De una parte tenemos una gran parte de historiadores que siguen o mantienen un dogma políticamente correcto. Es decir que la IIª República era democrática, los partidos de izquierda también, y la derecha se alzó contra los resultados de las selecciones de 1936 por que el futuro gobierno recortaría todos sus privilegios, (fundamentalmente los económicos). La represión republicana o la de las izquierdas fue una represión popular que no tuvo nada de planificada y que desde luego no fue alentada por los líderes y partidos republicanos. Franco era una nulidad y ganó la guerra de chiripa y debido al apoyo militar de las potencias del Eje.

Frente a este “dogma” los historiadores revisionistas, (es curioso el término de revisionista por que realmente intenta asemejarlos a los historiadores que intentaron revisar las cifras del exterminio judío en la 2ª Guerra Mundial), presentan un órdago total al “dogma políticamente correcto”. Cabe de todas formas preguntarse con que versión de todas formas de los hechos nos quedamos. La oficial o la “revisada”.

A mi personalmente, Pío Moa me parece muy repetitivo en sus argumentaciones. Sobre todo en torno a personalidad y los ideales de las figuras principales de la IIª República y la Guerra Civil. Repite cansinamente y hasta la saciedad una y otra vez ciertas declaraciones de los personajes de la época por poner un ejemplo. Pero es verdad, y al menos queda demostrado, que casi todos los políticos y líderes de la IIª República se tenían una especial inquina, no se respetaban, y generalmente tuvieron una escasa generosidad personal y política entre ellos. Además, y eso también es innegable, Pío Moa, acierta generalmente utilizando las fuentes de la época, (documentos internos del PSOE, periódicos, memorias, biografías), y como dice Stanley G. Payne, las tesis centrales y los documentos que presenta para argumentarlas son una bocanada de aire fresco en la presente historiografía española. El problema como siempre, es que Pío Moa, suele ser como se dice vulgarmente una mosca cojonera. Nunca se retira de cualquier polémica, escribe bastante, vende como churros sus libros, y por último siempre se revela contra las imposiciones de muchos medios que no le conceden la réplica. Es decir es detestable para muchos medios y para muchos historiadores. Serafín Fanjul con unos libros tan “heterodoxos” como los de Pío Moa en cambio ha presentado un perfil más bajo. ¿Por qué? Quizás, por que la Guerra Civil todavía mueve pasiones.

Pd: Ya que hablamos de Serafín Fanjul, recomiendo en la Ilustración Liberal su artículo del nº 23 de esta revista.