viernes, enero 27, 2006

Un alegato a favor del pesimismo.

Un buen amigo, me imagino que preocupado por mi salud mental, se muestra desagradablemente sorprendido por un artículo que he recomendado en este blog. Cree que ZP ha llenado de pesimismo el pensamiento liberal. No obstante debo recordarle que los liberales somos pesimistas por naturaleza. Realmente el liberalismo anglosajón, (al que me adscribo), y en parte el español, nacieron del cristianismo y hunden sus raíces en él, algo que por cierto molesta profundamente a la izquierda. Fueron los puritanos ingleses los que iniciaron el proceso de constitucionalismo anglosajón a través de sus tres revoluciones liberales, (las dos inglesas, la primera de 1642-1649, tras la guerra civil inglesa y la llegada de la República, la segunda con la “gloriosa” e incruenta revolución de 1668, y la tercera con la Revolución Americana de 1776-1785), y fueron ellos los que iniciaron todo el proceso que llevó a estos países a tener las primeras democracias de ambos continentes. También los liberales españoles de las Cortes de Cádiz, que a católicos no les ganaba nadie, (por mucho que se diga), los que tenían también una visión en gran parte, pesimista del hombre, (aunque el cristianismo no solo es pesimismo en cuanto a la condición del hombre).

Los puritanos y los liberales en general pensaban, que el hombre es egoísta por lo general y por naturaleza, (una visión muy biológica por cierto, ya que el hombre es un animal, que al fin de cuentas busca sobrevivir), y creen por lo tanto, que si el poder corrompe al hombre, (por que es egoísta por naturaleza), el poder absoluto corrompe absolutamente. Por eso sus constituciones incidieron tanto en los sistemas políticos en el reparto y división del poder, y en la existencia de ciertos derechos naturales del hombre de los cuales no puede ser despojado ni por otros hombres, ni claro está, por el estado, (hay que recordar de paso que fueron movimientos cristianos tanto en Gran Bretaña como en los estados del norte de los EEUU los que más lucharon por la abolición de la esclavitud). El que el hombre cuente con derechos, de los cuales no puede ser desposeído, también está presente en el pensamiento “católico español”. Por poner un ejemplo fue un tema recurrente en las controversias teológicas y jurídicas desde que los religiosos españoles decidieron luchar contra los abusos que se procedían contra los indios en la América Española, y aunque la victoria fue parcial, incidió profundamente en la historia del pensamiento español.

Mientras, por el contrario, la izquierda nace de una concepción optimista y totalmente opuesta al liberalismo. Creen en la bondad absoluta del hombre, y piensan que si el hombre es malo y egoísta es por factores externos, (la escasez, la incultura, etc.), que si son eliminados, se podrá llegar al fin de la historia y por lo tanto al paraíso en la tierra. Estas dos diferentes concepciones del hombre y de su naturaleza básica y fundamental son las que desde el período de la Ilustración Europea, las que se enfrentan, y se han enfrentado ideológicamente, (y muchas veces materialmente), en Occidente.

El liberalismo económico parte de una noción parecida. Su concepción de la economía es el de la ciencia que estudia la creación de riqueza partiendo de la escasez de recursos. Por que la base de todo el pensamiento económico liberal es que los recursos con los que se cuenta en momento determinado son siempre escasos, (otra visión biológica del mundo), y aunque creen que los avances científicos y tecnológicos permiten crear más riqueza, (principalmente por que permiten utilizar más y mejor los recursos dados), creemos que la dura realidad siempre se impone, en un momento t, los recursos siempre son limitados para una tecnología dada. El problema económico por lo tanto es como y para qué usar los recursos, y como repartirlos. Los liberales pensamos que son los individuos los que deben elegir mediante el recurso del mercado el como utilizar los recursos escasos para crear riqueza y repartirla. La izquierda por el contrario suele creer que los recursos deben ser usados y subordinados para el “bien general” que no es otro que la eliminación de los factores externos que impiden la creación del “hombre nuevo”.

El pesimismo por lo tanto es la base del liberalismo. Pesimismo individual, por que el hombre es egoísta. Pesimismo social y político por que solo las sociedades con contrapesos al poder no tienden hacia la tiranía, y pueden llegar realmente a poder proteger al individuo y a las minorías frente a las masas y a los poderosos, y por último pesimismo económico por que los recursos son siempre escasos.

Os dejo y ya continuaré...

PD: Para mis amigos de los Balcanes y de Bosnia Herzegovina les recomiendo un par de artículos bastante maniqueos, pero sumamente interesantes sobre la historia de Bosnia. Son de otro autor también políticamente incorrecto. Aquí está el primero, y y este es el segundo. Quizás y en parte explican la historia de odios y recelos de la comunidad serbo bosnia, bueno es saber los motivos. Desgraciadamente la historia siempre es el prólogo del presente.