jueves, febrero 02, 2006

Un alegato a favor del pesimismo, (y ii).

Este artículo es catastrofista, desde luego, esto es indudable. Pero como bien dice el autor y eso lo comparto totalmente lo que destruirá Occidente, (su pensamiento, y por lo tanto a sus sociedades), no serán determinadas “causas materiales”. Ni la falta de recursos naturales, (como bien dice se viene “predicando” paulatinamente con el fin del petróleo, del gas del carbón, etc…), ni el fin apocalíptico augurado por el cambio climático lo que destruirá la civilización occidental. La civilización occidental puede sobrevivir a todo eso, por que tiene resortes importantes para superar todos estos sucesos. El primero es el propio genio científico de nuestra propia civilización, el segundo y el más importante será el mercado, por que no me cabe ninguna duda que lo que extenderá definitivamente las energías no contaminantes será el incremento del precio de las energías fósiles. El futuro es el hidrógeno y el barril a 100 $ lo adelantará un par de lustros más, de eso no me cabe la menor duda. Busca por Google y encontrarás miles de referencias a motores de hidrógeno e híbridos. No es ciencia ficción Toyota, Honda y BMW o fabrican motores híbridos, o fabricarán a muy corto plazo de hidrógeno.

También explica otros aspectos que cualquier persona medianamente sensata sabe que son una bomba de relojería que nos puede estallar a medio plazo. Sabemos que el sistema de pensiones, como parte de los sistemas sociales, dependen de los trabajadores que trabajan, no de los ahorros y el esfuerzo de los asegurados, si la pirámide de población se invierte, ¿van a ser viables estos sistemas de pensiones y sociales? Hasta que punto Europa y Occidente pueden soportar la presión de millones de inmigrantes de países subdesarrollados y con escasa cultura democrática. En el siglo XIX y XX, América aceptó a millones de inmigrantes, de acuerdo, pero eran fundamentalmente inmigrantes europeos que compartían los mismos valores que los países receptores. Tampoco en los países receptores existía previamente una red de ayudas sociales y sanitarias como ahora, de la que viven y se aprovechan los emigrantes y que pagamos nosotros. ¿Podrá soportar Europa inmigrantes que quieran implantar la sharía y la dhimitud en las zonas donde ellos sean mayoritarios? ¿Los problemas interétnicos no pueden estallarnos en barrios enteros? Llegará un momento que en Europa, (y eso lo veremos tu y yo), que necesitaremos no solo inmigrantes con escasa preparación y mano de obra barata, sino inmigrantes con gran preparación, por que puestos de trabajo necesarios y que son necesarios para poder mantener nuestros sistemas sociales quedarán vacantes, (médicos, enfermeros, etc.), ¿podremos encontrar esas personas cualificadas?

Como ves las preguntas que nos podemos hacer son cientos, y muchas ellas no tienen respuesta. El estatalismo, el creer que papa estado nos debe solucionar todos nuestros problemas nos ha hecho enormemente dependientes de él. Pero el estado somos todos y se mantiene gracias a los recursos que creamos todos nosotros. El solo realiza servicios que tienen un coste que pagamos con nuestros impuestos. La presión para que el estado asuma más funciones implica una mayor presión para que el estado obtenga esos recursos de nosotros. Si la productividad del trabajador europeo no es suficiente para poder generar más recursos, no solo para su sustento, sino para el estado, que necesita cada vez más, no vamos a poder soportar todos los sistemas sociales generados por él. Es cuestión de matemáticas. No nos podemos escapar de los números.

El colapso económico de los estados europeos y a la larga su extinción es fatalmente posible, no es una paranoia de un articulista canadiense o de un liberal español, y la cuestión es que deberíamos ser pesimistas para poder enfrentarnos a todos estos problemas de forma efectiva, y no verlos venir mientras creemos que el género humano no tiene solución.