Por tu culpa, por tu culpa, por tu grandísima CULPA, (ii)

En Irak más de lo mismo. Otra demostración de lo imbéciles que llegan a ser los norteamericanos. De Guatemala ha acabado todo en Guatepeor. De la sartén a las brasas, y todo por el dichoso petróleo. Lo que son capaces de hacer estos tíos por un par de barriles. Eso si, nadie se acuerda de lo que sucedía antes de la guerra. Nos hemos olvidado de un plumazo de cómo un tirano, genocida de su propio pueblo, vivía en decenas de palacios mientras la gente se moría de hambre. Nadie se acuerda de los miles de muertos que hubo durante la dictadura de Sadam, nadie se acuerda del hambre y enfermedad que provocó el régimen de sanciones después de la 1ª Guerra del Golfo, y tampoco es noticia la podredumbre y la corrupción del programa de petróleo por alimentos, (bueno quizás no, en España esa noticia no interesa. La SER, Tele5, Antena3, y Canal+ no la mencionan nunca). Acuerdo por cierto mantenido y aceptado por la ONU, sin que esta hiciese o moviese un solo dedo para reformarlo y conseguir que los alimentos y medicinas llegasen realmente a la población iraquí necesitada. Que los muertos provocados por la inacción de la ONU durante esa época hayan sido infinitamente mayores que durante el año de “ocupación” americana tampoco importa mucho. La ONU es perfecta y nunca se equivoca.

Tampoco nadie se acuerda el juego del gato y del ratón que llevaba Sadam con los inspectores del armamento de la ONU, de las expulsiones y la aceptación de estos a la fuerza. Del descubrimiento de instalaciones preparadas y ocultadas, y de los recursos en cuentas secretas destinados al rearme en cuanto desapareciesen las sanciones. No, nunca existió el armamento de destrucción masiva. Lo que hay que hacer día si, día no, a cuenta de las dichosas armas es rasgarse las vestiduras. No importa que no haya ninguna prueba de la destrucción de estas armas por ningún observador extranjero independiente y cualificado. Sadam dice que las destruyó y nos lo tenemos que creer. Total, aunque fuera responsable de haber gaseado a los kurdos, masacrado a los chiítas, reprimido a sus opositores, e invadido dos países, el nunca mintió. ¿Cómo va a mentir el pobre hombre? El siempre fue con la verdad por delante. Los mentirosos son Bush, Blair, y Aznar. Lo que pasa es que Bush y sus agencias de espionaje son tontos del culo por no creerle, (que desconfiados por Dios), por que no olvidemos el principio primero del antiamericanismo, los americanos, comenzando por sus presidentes son todos tontos del bote y unos malvados capitalistas. Claro, todo lo hicieron por el sucio dinero, que aparte de hacer correr al mundo, debe acabar siempre en las cuentas de los más poderosos de la tierra.