jueves, febrero 23, 2006

Malos perdedores



Pero que malos perdedores son estos chicos del gobierno. Ahora mismo están moviendo todos sus resortes para impedir la OPA de E.on sobre Endesa. Pero chicos, hay que estar a las duras y a las maduras, por que me temo que es una batalla totalmente pérdida, y más vale en estas circunstancias poner buena cara y aceptar la derrota elegantemente. La oferta de E.on es mucho mejor que la de Gas Natural, y además está apoyada por la fracasada de Angela Merckel, con lo que dado el nulo peso político en la Unión Europeo del presidente Rodríguez, la batalla la tiene más que perdida en Europa.

¿Qué puede hacer? Intimidarles con la “acción de oro”, imposible, desde Bruselas tronarán contra esta amenaza. E.on se ha comprometido a mantener la sede, los puestos de trabajo, y a no vender activos, así que no pueden retarles en esos términos, deberán tragar sapos y aceptar el veredicto del mercado, que desde luego no será favorable a sus intereses. Llamar a ENEL o a EDF para apoyar a Gas Natural, tampoco les puede servir a la larga, por que al ser empresas semipúblicas se metería de lleno el Comisario de la Competencia Europea, (no podrá hacerse la loca como hasta ahora, los alemanes no se lo permitirían), y los informes no serían favorables, como no lo fueron los del propio tribunal de la competencia español. Si se cree el presidente Rodríguez que va a parar a la empresa alemana, apoyada por su canciller, con un par de cenas a escondidas con Durao Barroso es que se le ha subido el poder a la sesera.

Por que señores después de haber saludado la compra y fusión de empresas de la Unión Europea por parte de nuestras multinacionales, como el Santader o Telefónica, y de haber criticado a los italianos cuando utilizaron todo tipo de marrullerías para impedir que el BBVA comprara Banca Nacional del Laboro, ahora tienen que envolverse con la bandera patriótica y los sectores estratégicos nacionales. Qué cosas. Cómo cambian de criterio estos chicos del PSOE. Me parece que en Europa y desde los ámbitos económicos acabaran por calar la ley del embudo que emplean habitualmente para sus teje manejes político – económicos.

Como liberal no me gustó nada la fusión de Gas Natural sobre Endesa, limitaba la competencia, y perjudicaba por lo tanto a los consumidores. Además estaba la oscura trama política del nacionalsocialismo catalán. Primero por que Gas Natural está participada por La Caixa y el nuevo estatuto limita y subordina las cajas de ahorros al poder político catalán, por lo tanto la empresa fusionada se subordinará a sus intereses. Luego estaba el nuevo “concierto” económico que otorgaba a la Generalitat Catalana un porcentaje elevado del IVA, algo que es vergonzoso. No es posible que el IVA que paga un particular o una empresa fuera de Cataluña esté participado por la Generalitat por el solo hecho que la sede social de la nueva sede esté en Barcelona. En cambio, la entrada de una empresa alemana en el limitado y cerrado mercado español, (y lo digo por experiencia, después de haber estudiado el cambio de empresa comercializadora en mi empresa varias veces), lo que traerá seguramente serán precios más bajos a un país que necesita más que nadie libre competencia en los sectores energéticos.

Por último está la vergonzosa e infantil actitud de las nacionalsocialistas catalanes, acostumbrados a sus berridos, a su natural victimismo, y a intentar controlarlo todo, desde la enseñanza pasando a la economía, ahora creen que los alemanes también sufren de catalanofobia, que risa tía Felisa, los empresarios alemanes lo único que tienen es de Eurofilia cacho imbéciles. Le gustan los euros, como a mí, y no se meten en fregados de OPAs sino es por beneficio, y desde luego que no es para destruir Cataluña. ¿Pero qué se creen estos de ERC que E.on es la Legión Cóndor? Pobre Carod, si tenía que dormir con una luz encendida y mirar debajo de la cama por si tenía pesadillas con fascistas españoles, ahora también tendrá que abrir los armarios por si hay nazis de E.on dispuestos a destruir su amada nación. ¡Qué sinvivir!

Y qué jugada maestra de Manuel Pizarro.