viernes, septiembre 08, 2006

Enterrando el verano, olvidando las vacaciones.

Empezamos curso después de un verano violento, (guerra en el sur del Líbano), caluroso, (incendios en Galicia), y en muchos aspectos deprimente, (muertes de inmigrantes en los cayucos, nuevas informaciones sobre el 11-M), pero como en muchas otras ocasiones, y en años anteriores, hay que mantener el espíritu crítico con el poder, con las ideas políticamente correctas, y como siempre desde una óptica liberal.

La Guerra del Líbano, ha sido indudablemente el asunto estrella del verano, (dejando a parte las vicisitudes amoroso-carcelarias de Isabel Pantoja y Julián Muñoz), y aunque ya lo tratamos en reseñas anteriores, vaticinando la larga duración de la guerra, (iba a ser larga para los estándares modernos), y asegurando que Hezbolá iba a ser un hueso duro de roer, merece la pena que realizamos varios comentarios más.

Desde luego no entraremos en estériles polémicas de quien inició la guerra. Desde algunos periódicos se ha insinuado que Israel venía buscando cualquier excusa para iniciarla, intentando volver a recuperar y mantener una zona de seguridad al sur del Líbano, (abandonada en el 2000 precisamente por presión de Hezbolá), y otros, dirán que Hezbolá ha intentado desviar la atención pública mundial del programa nuclear de Irán, y de dar al traste el espíritu de la Revolución de los Cedros. Personalmente creo que ambos contendientes, y por distintas razones, les interesaba iniciar el conflicto, y el resultado que se ha visto en las pantallas de nuestros televisores, ha sido realmente devastador. Un país destruido y un gran número de muertes por ambas partes totalmente desmedidas.

En el ámbito técnico Hezbolá ha demostrado disponer y saber utilizar armas de gran calidad, (por una vez la inteligencia israelí ha sido superada), como visores nocturnos británicos, lanzadores de cohetes RPG-29 Vampir, misiles antitanque Sagger, (bajo fabricación iraní Ra’ad), o los más modernos Kornet y Metis, además se ha especulado si podría poseer misiles antiaéreos SA-18 Grouse (Igla), lo que ha provocado que tanto los helicópteros como los aviones israelíes vuelen con enorme prevención y tuvieran menos posibilidades de realizar bombardeos de precisión a baja altura.

En el plano táctico Hezbolá ha utilizado una defensa en profundidad. Ha aceptado perder terreno en la mayoría de los casos pero ha utilizado determinadas aldeas en la zona sur como puntos fuertes para atraer a las fuerzas israelíes, y de esta forma poder atacar a los flancos y a la retaguardia israelíes concentradas en estos puntos con fuerzas irregulares.

Indudablemente Hetzbolá habría perdido la guerra militarmente de haber continuado un mes o más, pero sabían demasiado bien que las imágenes de civiles muertos obligarían antes o después a actuar a la ONU. La realidad es que solo tenían que mantener sus bombardeos dispersos sobre el norte de Israel para que el Tzahal, (las IDF), mantuviese la presión, contenerlos el mayor tiempo posible en determinados puntos, atacarlos cuando se descuidasen, y dispersarse mientras tanto entre la población civil, (a pesar de las víctimas civiles que provocaban los contraataques aéreos). Evidentemente era una apuesta arriesgada por parte de Hetzbolá, (una vez que Israel atacó a fondo y movilizó a sus reservistas), pero conociendo la manipulación y el control que ejercen sobre la mayoría de los medios de comunicación occidentales, podían jugar sus cartas con un mínimo de seguridad.

Visto el resultado final, en el plano de la gran estrategia, tras el alto al fuego y la resolución de la ONU, podemos asegurar que esta guerra ha quedado inconclusa. Ninguno de los contendientes va a aceptar una solución diplomática a sus discrepancias, que son demasiado abismales para que puedan ser dirimidas en una mesa de negociaciones. Desgraciadamente para los israelíes Hezbolá ha demostrado tener unas fuerzas preparadas, (aunque me imagino que habrán sufrido fuertes pérdidas), y un apoyo popular en el sur del Líbano demasiado fuerte para provocar su derrota política. Por otra parte, Israel sorprendió a Hezbolá por que decidió implicarse a fondo y no conformarse con un par de bombardeos puntuales. La situación política actual en el Líbano es bastante complicada, (si es que alguna vez ha sido sencilla en ese país), por que si Hezbolá pretendía socavar la Revolución de los Cedros, y que todos los libaneses, (por encima de credo religioso u opción política), se uniesen con ellos contra Israel, puede que les haya salido el tiro por la culata. Es muy posible que pasado cierto tiempo ciertos sectores cristianos, sunnies, drusos, e incluso chiítas, comiencen a criticar fuertemente las acciones y el liderazgo del grupo terrorista chiíta. La pregunta más interesante es saber hasta que punto Hezbolá logrará sus objetivos a largo plazo, (convertirse en una gran fuerza política en el Líbano), por que dependerá de su capacidad económica de reconstruir el sur del Líbano y de poder capear las duras críticas de la población anti-Siria.

En el plano internacional la imagen de Israel se ha visto más deteriorada todavía, y como siempre ha dado alas a los grupos terroristas. La amenaza y la falsa imagen de derrota, (demasiado simplista a todas luces), va a ser una cóctel demasiado peligroso en el futuro. Occidente mal que les pese a mucho, se juega mucho si Israel queda derrotado y humillado en estas guerras, por que su derrota, (que solo podría ser total), no implicaría la finalización de los conflictos con el fanatismo islámico.

No obstante, me atrevo personalmente a realizar varias predicciones. La primera es que como toda guerra inconclusa, (como realmente han sido casi todas las guerras del Próximo Oriente), seguirá supurando y gangrenándose como una herida sin cicatrizar. Indudablemente habrán otros asaltos y es muy posible que en breve término. Evidentemente las fuerzas de la ONU, se enfrentarán a una tarea imposible de resolver. Hezbolá no se va a desarmar, (desgraciadamente el papelón que van a realizar las fuerzas españolas es para salir espantado), y si pretende realizarlo por la fuerza no dudará en atacarlos y ponerlos en su punto de mira, y más teniendo en cuenta que en 1983 atacó a las fuerzas de la ONU, (241 marines norteamericanos y 58 paracaidistas franceses murieron en un doble atentado, aunque la autoría de estos atentados también se atribuye a la Jihad Islámica), indudablemente tras haber mantenido en jaque a uno de los mejores ejércitos del mundo seguramente tampoco dudarán en atacar a las fuerzas de la ONU si fuera necesario. Israel no me cabe duda alguna que mantendrá una presión constante sobre la población libanesa, y no dudará devolver con intereses los golpes que reciba.

Para finalizar hay numerosos y muy interesantes artículos sobre esta guerra, entre otros solo señalaré estos tres por no cansar mucho. El primero de William S. Lind, (el teórico que puso en boga el concepto de la guerras de 4ª Generación), que es francamente pesimista sobre el resultado de la guerra, y el segundo de Walid Phares que narra perfectamente los sucesos que llevaron desde la revolución de los cedros, (y la expulsión de Siria del Líbano), hasta la actual guerra, aunque a muchos les sorprenda era una guerra anunciada, y el ultimo de uno de los periodistas que tiene mejor información de la zona, el señor Amir Taheri, que puede servir como contrapunto a las fatalistas predicciones de William S. Lind, (también es muy recomendable y ya de paso este otro artículo suyo sobre la crisis nuclear iraní).

Por lo demás espero que el aterrizaje de las vacaciones sea lo más leve posible.

PD: Hace pocos días que tenemos un futuro, (bueno muy futuro), lector de este blog, nos alegramos enormemente, y como no mandamos un fuerte abrazo a los padres.